¿Tienes alguna aplicación en tu iPhone que preferirías mantener en secreto? ¿Te gustaría que nadie sepa que la tienes instalada, sin tener que borrarla? Pues bien, existe una manera de esconder aplicaciones en tu dispositivo Apple sin que nadie lo note, y lo mejor es que el procedimiento es sencillo y no requiere apps externas.
Aunque una forma básica de ocultar apps es mover sus iconos a otra pantalla dentro del iPhone, esta opción no garantiza privacidad total, ya que cualquier persona que explore tu móvil podría encontrarla fácilmente. Por eso, si realmente quieres mantener la discreción, lo ideal es “camuflar” la aplicación, haciéndola pasar por otra completamente diferente.
Paso a paso para ocultar una app
Para comenzar, desliza el dedo hacia la derecha en la pantalla de inicio del iPhone para abrir el buscador. Luego, escribe “Atajos” en la barra de búsqueda y pulsa sobre la app correspondiente (el icono es similar al de configuración).
Una vez dentro, selecciona la opción “Todos los atajos”. En la esquina superior derecha, pulsa el símbolo “+” para crear un nuevo atajo. Se abrirá una ventana titulada “Nuevo atajo”. Allí deberás pulsar el botón “Añadir acción”.
En la barra de búsqueda que aparece en la parte superior, escribe “Abrir app” y selecciona esa acción (es fácil de identificar porque tiene un símbolo negro con colores). Después, pulsa en “Seleccionar” y se desplegará una lista con todas las aplicaciones instaladas en tu iPhone. Usa el buscador para encontrar la app que deseas ocultar, por ejemplo, Twitter.
Personaliza el acceso con otro nombre y otro icono
Una vez seleccionada la aplicación que quieres ocultar, toca los tres puntos situados en la esquina superior derecha de la pantalla. Esto te llevará a una sección llamada “Detalles”. Allí puedes cambiar el nombre del atajo. Escribe el nombre de otra app, por ejemplo, “Google Maps”.
Después, pulsa en “Añadir a pantalla de inicio”. Se te pedirá de nuevo que pongas un nombre: vuelve a escribir “Google Maps”. Justo debajo, podrás cambiar el icono del atajo. Selecciona una imagen del carrete de tu móvil, preferiblemente el icono de la app que estás utilizando como “pantalla”. En este ejemplo, sería la imagen de Google Maps, que previamente deberías haber guardado en tu galería.
Finalmente, pulsa en “Añadir”.
Resultado final: una app camuflada
Al regresar a la pantalla de inicio, verás un nuevo icono con el nombre e imagen de Google Maps. Sin embargo, al pulsarlo, lo que realmente se abrirá será Twitter. Este truco permite que la app original permanezca accesible para ti, pero totalmente camuflada para los demás.
Este método es ideal si compartes tu dispositivo con otras personas o simplemente deseas mantener tu privacidad. Además, al no eliminar la app ni recurrir a soluciones externas, mantienes todas sus funciones y datos intactos.
Con este sencillo procedimiento, podrás ocultar cualquier aplicación en tu iPhone de forma efectiva y sin dejar rastro.